Lo que les recomendamos, es que primero se pregunten cómo quieren educar a su hijo.
Quieren que aprenda a obedecer sin cuestionar o quieren que desarrolle su capacidad de análisis y toma de decisiones.
Quieren que aprenda a convivir en cualquier tipo de ambiente y situación, o quieren que solamente se mueva en algunos círculos sociales o académicos.
Quieren que sea una educación basada en alguna filosofía religiosa, o que reciba una educación laica.
¿Con qué tipo de persona les gustaría que se casara?, esta es una pregunta que le hice a un amigo cuando me preguntó cuál era la mejor escuela para su hijo... me vino a la mente porque con las personas con las que conviva y a las que se acostumbre, será el tipo de personas con el que siempre quiera estar.
Además hay que observar al niño y preguntarnos: ¿será el ambiente adecuado para él? si es inquieto y platicador por naturaleza, posiblemente una escuela tradicional no sea para él. Si es muy tímido y disfruta estar sólo, posiblemente una escuela donde se fomente mucho el trabajo en equipo y la socialización no sea para él. O tal vez ¡sean precisamente las opciones indicadas para que desarrolle las áreas que no tiene desarrolladas!
Los padres somos quienes, si observamos con atención, podemos detectar las necesidades reales de nuestros hijos y así, tomar la decisión más adecuada a las características personales de ellos.
Ahora, Montessori es para todos los niños, pues se respeta la personalidad y los intereses de cada niño. La pregunta aquí es para los padres.
¿Estamos dispuestos a conocer Montessori?
¿Estamos dispuestos a vivir la filosofía Montessori en casa?
¿Nos gusta la filosofía? ¿Estamos de acuerdo con ella?
Si es así, un colegio Montessori (bien llevado), potenciará el desarrollo integral de su hijo. Le dará un ambiente adecuado para que aprenda a aprender, donde tome decisiones de manera independiente y donde aprenda a socializar y a resolver sus diferencias con los amigos.
La mejor opción de escuela, será aquella que se adecúe a lo que quiera que aprenda su hijo, y a cómo quiere que lo aprenda.
Si hay incongruencia entre lo que se enseña en casa con lo que vive el niño en la escuela, habrá conflictos internos que limitarán su potencial.
Si lo que vive el niño en la escuela lo reafirma en casa, y viceversa, será un niño de éxito.
Elija bien.
Elija de acuerdo a lo que necesita su hijo, de acuerdo a lo que le enseñan en casa.
